viernes, 13 de enero de 2012

¿Qué es el desarrollo?

Alejandro Agudo, entrenador y dirigente del tenis de mesa de Tucumán, nos hace llegar este interesante artículo escrito por el Prof. Oscar Roitman desde España. Roitman ha sido Director de Desarrollo de la Federación Argentina y actualmente se encuentra trabajando como entrenador en España. En este interesante artículo nos invita a reflexionar sobre qué es el desarrollo en realción a nuestro deporte.


Por: Prof. Oscar Roitman, desde España

No hay mucha información escrita ni visual sobre el concepto de desarrollo en el tenis de mesa. Sabemos que muchos países tienen “planes de desarrollo” pero no se sabe bien que implica eso incluso, en algunos países, ni ellos mismos pueden definirlo.

¿Qué es el desarrollo del tenis de mesa?

Como en todas las cosas, no hay una sola mirada a este concepto. Para simplificar me voy a centrar en dos vertientes muy marcadas:

- Desarrollo de la competencia.

- Desarrollo de la participación.

DESARROLLO DE LA COMPETENCIA:

Se refiere a la mejora del rendimiento competitivo de los jugadores que son parte de un club ó de una selección centrando sus recursos en unos pocos talentosos que tienen el potencial de destacar en el ámbito que pertenezcan. Cuando decimos recursos nos referimos a material deportivo, (mesas, bolas, piso, luz, etc.) , entrenador con dedicación casi exclusiva, viajes, elementos de juego, condiciones de entrenamiento, etc.

Sin dudas la gran ventaja de este enfoque es conseguir apoyo económico de empresas, estado, etc. ya que destacar implica presencia en los medios masivos de comunicación y eso atrae posibles sponsors ya que “lo que no sale en los medios no existe” y menos si no es campeón.

El aspecto negativo que tiene este enfoque es que es muy costoso y que se corre el gran riesgo de centrar todos los esfuerzo en muy pocas personas, que estas abandonen por cualquier razón (estudio, trabajo, familia, etc.) y no quede sedimento de donde basarse para continuar.

DESARROLLO DE LA PARTICIPACION

Se refiere a la masificación del deporte apuntando a todas las franjas etarias, a ambos sexos siendo indistinto el nivel que estos tengan. Lo importante es “jugar”.

En el caso de los niños, sin lugar a dudas el ámbito donde mejor se pude conseguir aplicar este concepto es en escuelas y colegios, que es donde están los niños organizando muchos eventos recreativos para motivar la participación de estos y de sus familiares priorizando la diversión y no el resultado para garantizar la masiva presencia de jugadores.

En el caso de los adultos en las instalaciones del club o centro de entrenamiento es el ámbito ideal abriendo las puertas a cualquier persona, más allá del nivel que tenga alentando su participación ayudándoles a mejorar su nivel, prestarles atención y organizarles eventos para mantener alta su motivación.

También hay ámbitos de participación no muy explorados, como la tercera edad y la discapacidad motriz y mental, sin lugar a dudas ámbitos complejos de liderar y de desarrollar, pero no por eso menos interesante y con muchos potenciales entusiastas que en general se los descarta como posibles jugadores y jugadoras.

En todos estos ámbitos es fundamental estimular el aprendizaje de todos los participantes priorizando el concepto de “aprender jugando” partiendo de lo global a lo analítico y no al revés que es lo que se utiliza mayormente en el desarrollo del nivel competitivo.

El aspecto negativo de este modelo radica en la dificultad de obtener un buen nivel de juego entre sus participantes o de explotar las capacidades de alguien que se destaca.


¿Son compatibles estos modelos?

Por supuesto que sí. Coexisten estos modelos, sobre todo a nivel selecciones nacionales que cuentan con recursos humanos y económicos suficientes para masificar el deporte y utilizar esta masificación para detectar talentos e introducir a estos en un modelo de desarrollo de las capacidades del jugador o jugadora intentando que destaquen a nivel nacional e internacional.


Mas allá de que cada institución deportiva elige una filosofía de trabajo orientando el trabajo hacia un modelo u otro, la gran mayoría prefiere abarcar ambos modelos pero opta por uno por ausencia de recursos económicos en primera instancia y humanos en una segunda instancia, ya que todos sabemos que el tenis de mesa es un deporte denominado “chico” y eso se nota a la hora de conseguir sponsors y apoyo de los gobiernos y también de conseguir personas dispuestas a trabajar en un deporte que no garantiza un buen salario e invertir tiempo y dinero en capacitaciones lo que hace que en todos los ámbitos (dirigencial, deportivo, organizativo) se acerquen entusiastas voluntariosos no siempre preparados para ayudar el deporte.

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